Buenos Aires nos permite recorrerla y vivirla de distintas maneras.
Conocer su historia y su arquitectura es altamente recomendable hacer, por eso, este fin de semana tuvimos la posibilidad de visitar el Palacio Ortiz Basualdo, actualmente Embajada de Francia en Argentina.
Este imponente edificio fue construido por el mismo arquitecto francés que diseñó el actual Museo de Arte de Tigre, y adquirido por la embajada en 1939.
Su ingreso se ubica justo debajo del torreón de la esquina de la Av. Alvear cuyo vestíbulo circular muestra una decoración verdaderamente increíble desde el mármol de los pisos hasta las revestidas paredes en madera tallada.
Luego de atravesarla y subir su imponente escalera llegamos a los salones del primer piso.
Un jardín de invierno decorado refleja la antesala que nos llevaría a un imponente salón comedor. Según nos contaron, con impronta de gusto inglés, emula el comedor del Palacio Real de Oslo. Cada detalle esta cuidadosamente pensado y es imposible no detenerse a disfrutar de los llamados tapices gobelinos que allí se encuentran.
Continuamos el recorrido por el salón de música, donde su forma circular y los objetos allí ubicados reproducen parte del estilo Luis XV con motivos chinescos. La vista de cada ventanal era extraordinaria!
Las puertas se abrieron y dieron paso al magnífico salón de baile, que sin duda nos trasladó inmediatamente al salón de los espejos de Versalles!
La chimenea de mármol blanca, las arañas y sin duda el techo fue impactante de ver. Cada centímetro del salón permitía descubrir un nuevo y maravilloso detalle de este estilo.
Finalmente el recorrido nos llevó a conocer la llamada sala de billar o salón fumador, que según nos contaron era el ambiente favorito del Principe de Gales en su visita a la Argentina en 1925. Lo más destacado del lugar era sin duda su chimenea inspirada en el renacimiento francés.
Salimos felices del paseo que hicimos y de la posibilidad de conocer este palacio increíble que forma parte sin duda de la historia de nuestra ciudad.